El francés Esteban Ocon ganó el Gran Premio de Hungría, el undécimo del año, en el que Lewis Hamilton, tercero aunque después segundo tras la descalificación de Vettel, recuperó –dos meses y seis carreras después– el liderato del Mundial de Fórmula Uno. Tras una loca, accidentada y apasionante carrera, la última antes del parón vacacional, que Max Verstappen solo pudo acabar en décima posición (noveno, finalmente, tras la citada descalificación de Hamilton). Fotos: Redes Sociales Equipos y f1.com.

Ocon festejó su primer triunfo en el Gran circo en el Hungaroring. Sebastian Vettel acabó segundo una prueba en la que Carlos Sainz y Fernando Alonso, compañero del ganador, completaron una genial actuación para acabar cuarto y quinto, respectivamente. Y de la que se retiró, a las primeras de cambio, Sergio Pérez, al verse involucrado en el accidente inicial (Bottas) que también perjudicó a su compañero, Verstappen, que llegaba líder.

Llovió por la mañana en Budapest, y lo hizo de nuevo antes de la prueba.

Los Mercedes, que copaban la primera fila, con Hamilton en pole, hubiesen salido en seco con neumático de compuesto medio. Pero la carrera se decretó en mojado. En la primera curva se produjo el accidente que marcó, en gran medida, el posterior desenlace. Valtteri Bottas, compañero de Hamilton, que salía segundo, tocó por detrás a Norris y a partir de ahí el caos y bandera roja, tras el accidente en la primera curva que causó, aparte de la suya, las retiradas de Checo y Charles Leclerc. Lando Norris, que aún así conservó la tercera plaza del Mundial y Lance Stroll, también también tomaron el camino de la retirada.

Ocon, que salía octavo, pasó a ser segundo; Vettel subió del décimo al tercero; y Sainz, que había arrancado decimoquinto –tras un accidente el sábado en la Q2– era cuarto. Alonso, noveno en parrilla, afrontó la resalida desde la séptima posición, seis puestos por delante de Verstappen, que hizo toda la carrera con su Red Bull dañado. La locura alcanzó su grado máximo cuando, tras la vuelta de formación, con la pista seca, todos entraron a boxes –a instalar el compuesto medio– salvo Hamilton, que fue el único en tomar la resalida desde la parrilla con los mismos neumáticos. En una imagen única en la historia de la Fórmula 1, que resultó un gran error y le costó regresar a pista, tras parar un giro más tarde, para quitar intermedio, en última posición.

Ocon se convirtió en inesperado líder, por delante de Vettel y de Latifi, tercero con un Williams. Tsunoda era cuarto, por delante de Sainz y Alonso. Verstappen, undécimo y Hamilton último, es decir, decimocuarto, tras las seis retiradas, ya que a las anteriores se sumó la del ruso Nikita Mazepin. En la vigésima de las 70 vueltas, Hamilton paró para montar el neumático duro.

El final se prometía emocionante y a 18 para meta hubo dura pugna española por el tercer puesto,con Fernando atacando a Carlos Sainz y Lewis Hamilton intentando adelantar a Fernando Alonso (Verstappen era undécimo, es decir, fuera de la zona de puntos). Durante más de diez vueltas el asturiano defendió su posición con maestría, protegiendo a la vez el primer puesto de su escudería. Verstappen no entró en zona de puntos hasta la 61, al adelantar a Daniel Ricciardo. Y, a falta de 5 para meta, al fin Hamilton logró pasar a Alonso; luego se lanzó a por Carlos, al que superó dos giros más adelante para recuperar el liderato del Mundial

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